Córdoba, 30 de Julio de 2019.- María Mateo como representante de Adoratrices Córdoba en la atención a Mujeres gestantes y a sus hijos/as en distintas situaciones de vulnerabilidad y responsable de la Sección de Trata de la Delegación Diocesana de Migraciones, reivindica en el día Mundial Contra la Trata de Personas “la sensibilización de la sociedad ante la vulneración de los Derechos Humanos que sufren estas mujeres y niños/as víctimas de la trata. Una vulneración que ya se produce en los países de origen (cultura patriarcal, pobreza…); pero también en el país de destino en tanto que no tienen cubiertas sus necesidades más básicas una vez logran salir de las redes de explotación”.
La comunidad de Adoratrices que dirige el proyecto “Fuente de Vida “en Córdoba quiere compartir con la opinión pública el caso de una mujer llegada a España como testimonio de esta realidad:
“Alika llegó a España en el barco Aquarius, en 2018. Tras su identificación fue derivada a un recurso para mujeres embarazadas donde permaneció solo unos días. Una vez en el centro, personal especializado, acudió a conocerla y a detectar posibles víctimas de trata. Alika relató que estando en su país natal, Ghana, cuando tenía 10 años se fue a vivir con un familiar, debido a la situación precaria de sus padres. En esta casa empezó a sufrir maltratos y abusos sexuales. Tras dos años de sufrimiento decidió volver a casa. Un día, estando ella en la calle con su madre, se acercó una mujer y le propuso viajar a Europa para mejorar su vida, diciéndole que le iba a ayudar a encontrar trabajo. Las insistencias de la mujer y la mala situación económica de la familia hicieron que la víctima aceptara la propuesta. En mayo de 2016, viajo sola en autobús hasta Libia acompañada por un hombre nigeriano. Una vez allí, la madame dijo que no tenía dinero para pagar el viaje hasta Europa, dejándola al cuidado del hombre nigeriano quien, después de obligarla casi un año a ejercer la prostitución para él, la vendió a otra red. Permaneció en Libia varios años, tiempo en el cual fue vendida a diversas redes. Un día, conoció a un chico de Nigeria y al quedarse embarazada se fue a vivir con él. Estuvo encarcelada varias veces. Una vez fuera de la cárcel, la última persona que la explotó, se puso de nuevo en contacto con ella para recriminarle la deuda, diciéndole que la venderían a otra madame que estaba en Francia. La red embarcó a la víctima en una patera con destino Francia. Finalmente, al ser rescatada por el barco Aquarius comenzaron los trámites de solicitud de Asilo y prestó declaración para denunciar la situación de trata y explotación que estuvo viviendo y fue identificada como víctima de trata con fines de explotación sexual.
La víctima comentó que su deseo era el denunciar los hechos y colaborar con las autoridades en la investigación del delito. Finalmente, debido a su estado de gestación y riesgo de contacto de las redes que la trasladaron hasta Europa, fue derivada al centro de acogida Adoratrices Córdoba, donde finalmente tuvo a su hijo y vive feliz luchando por recuperar la dignidad que le fue arrebatada y conseguir un futuro junto a su bebé”.
El fenómeno de la prostitución y trata de seres ha cambiado en España en los últimos años, aumentando su incidencia en las personas inmigrantes. Desde los países receptores, existe una fuerte demanda laboral para sectores poco cualificados, así como para la prestación de servicios sexuales; Las mujeres han necesitado migrar y las dificultades económicas de sus países, junto con las de movilidad en los países receptores lo imposibilitan y aparecen aquí las redes que facilitan esa migración. Éstas, aprovechan al máximo la vulnerabilidad de las mujeres.