[image source_type=»attachment_id» source_value=»279″ align=»left» icon=»zoom» lightbox=»true» height=»220″] L a valoración de la intervención llevada a cabo se centra en elementos como el grado de implicación obtenido en las Mujeres, así como la mejora en las relaciones y aspectos personales trabajados. El objetivo general perseguido es el ofrecimiento de una acogida integral, favoreciendo el desarrollo social, personal y laboral de las mujeres,. Buscamos un modelo de gestión coordinado, potenciando todas las posibilidades de desarrollo de los agentes implicados. Al respecto, consideramos que las Mujeres son agentes fundamentales, lo que se plasma en la importancia de su activa participación en las actividades del Centro directamente a través de asambleas y en todo momento para que adecuen los criterios generales a sus propias necesidades. En este terreno se han conseguido los objetivos propuestos, siendo muy positiva la participación de las mujeres en el proceso, así como los resultados que se han logrado.
Respecto a la puesta en práctica de los talleres, a la finalización del proyecto se hace una valoración positiva por parte del equipo técnico, pudiéndose constatar que se han encaminado a la consecución del objetivo general inicial. En cuanto a evaluación de las actividades realizadas se considera como muy adecuada. Sin embargo, a pesar de que esta valoración general positiva, no han faltado dificultades, debido a las especiales circunstancias y problemática de las participantes de los talleres. Al respecto, en primer lugar, debe señalarse que cada una de ellas tiene un ritmo diferente en función de sus carencias, edad y situación. A ello se suma la inestabilidad del paso de algunas por el centro: al no completar siempre todo el itinerario del proceso personal, no se da en todas las ocasiones la conveniente perseverancia. En otros casos, es el surgimiento de un contrato laboral el que impide esa estabilidad en las actividades. Y, al respecto, es frecuente la presión por conseguir ingresos para atender situaciones familiares urgentes.
Se han tenido en consideración los aspectos de multiculturalidad y socioculturales, que son fundamentales en la convivencia diaria. Lo que no significa que la diversidad cultural y lingüística siga siendo una dificultad en las relaciones interpersonales.
Asimismo, durante la realización de las actividades se ha tomado en cuenta la importancia del principio de equidad y la perspectiva de género. Hemos concienciado a las mujeres residentes de cómo el género forma parte de la identidad personal y colectiva de ellas. Y se ha constatado la necesidad de que se tengan en consideración estos valores básicos en todos los ámbitos de seguimiento de los proyectos individualizados.
Hay muchas otras circunstancias que generan dificultades. Entre ellas, la dilatación de los trámites burocráticos y administrativos, como requisito imprescindible para una adecuada normalización social. Otro componente es el desenfocado imaginario y las falsas expectativas de sus posibilidades efectivas en nuestro entorno cultural que las Mujeres portan consigo.
La conclusión final es que constatación positiva puede ser mejorada para incrementar adecuadamente tales resultados.